lunes, 1 de mayo de 2017

LAS SIETE CLAVES DEL SIMBOLISMO ESOTÉRICO ( PARTE 4)


  LAS SIETE CLAVES DEL SIMBOLISMO ESOTÉRICO
Adolfo R. Ordóñez

PARTE IV

6. Clave de los “Reyes Divinos” que periódicamente encarnan en la Tierra, y de los Avatares (esoterismo de las Religiones según los Rayos y las Eras Astrológicas).

·      El tema de los Avatares o ‘Encarnaciones Divinas’ del Logos –íntimamente ligado al Sexto Rayo de Devoción e Idealismo, y a las religiones a Ellos asociadas- es muy difícil y misterioso. En el Bhagavad Gita de la India, dice Krishna (representando al Logos encarnado):


El Avatar Krishna
 Muchas encarnaciones he dejado Yo tras Mí, y muchas dejaste tú, ¡Oh Arjuna! Pero Yo las recuerdo a todas, en cambio tú no recuerdas las tuyas ¡Oh Parantapa!
Aunque soy el nonato e imperecedero Ser, el Señor de todos los seres y cobijo a la Naturaleza, que es mi dominio, también nazco por virtud de mi propio Poder. Cuandoquiera que la rectitud desmaya, ¡Oh Bharata! Y cobra bríos la iniquidad, entonces renazco. Para proteger a los buenos, confundir a los malos y restaurar firmemente la Justicia, renazco Yo, con esa intención, de edad en edad, en cada Yuga. Quien así conozca Mi divino nacimiento y Mis acciones divinas, ya no volverá a nacer cuando deje el cuerpo, sino que a Mi se unirá ¡Oh Arjuna!”.

·      A fin de llegar a una concepción lo más clara y general posible, y siguiendo las enseñanzas del Maestro Tibetano D.K. (en “Tratado sobre Fuego Cósmico”, Alice Bailey, pp. 580-586), digamos que existen muchos Tipos (o Niveles) de ‘evoluciones espirituales’ para las Entidades que están pasando, o han pasado hace más o menos ‘mahamanvántaras’ universales (de ¡15 cifras de años!) por la autoconciencia, o sea por la condición humana. 


Y se nos dice (Ídem p. 581) que: ¡Algunas Entidades lo han hecho hace nada menos que miles de mahamanvántaras, de tal modo que nuestra condición y conciencia relativamente a Ellas, es similar a la que tendría un átomo frente a nosotros!  Por lo tanto, hay muchos Niveles después de pasar por la autoconciencia: el Humano, el Planetario, el Interplanetario, el Solar, el Cósmico (en cierto sentido ‘técnico’, que no viene al caso detallar aquí, etc.).  Cuando una de esas Entidades, luego de muchas encarnaciones, ha trascendido uno de esos ‘Niveles’, se dice que alcanza la ‘Liberación’ (la relativa a ese Nivel), de tal modo que todos los ‘Aprendizajes’ que el mismo tiene para ofrecer ya están ‘Asimilados’. Entonces, esa ‘Entidad’ adquiere el derecho de actuar como Avatar en ese Nivel, y así adquiere el poder de descender nuevamente al mismo (del que ya nada tiene que aprender), pero esta vez como ‘Rayo de Gloria Refulgente’, y realizar así un Sacro-Oficio consistente en aplicar cierto tipo de Energía Espiritual a la Sustancia del Nivel a fin de lograr ciertos efectos previsibles. Sus actuaciones en todos los Niveles permiten la máxima manifestación, en un ‘cuerpo físico denso’ (el cual varía según el Nivel del que se trate) de un Logos Planetario, Solar, etc. (T.F.C., 586), así como ‘la coordinación inteligente de los Cielos estelares’ (T.F.C., 581).
·      Se comprenderá que, en consecuencia, hay: 
a) ‘Avatares Cósmicos’ y ‘Avatares Solares’ (que se han liberado de los dos Planos Cósmicos inferiores (el Plano Físico Cósmico, del que nuestros 7 ‘Planos’ son sólo ‘subplanos’; y el Plano Astral Cósmico). Este Tipo de ‘Encarnaciones Logoicas’ fueron siempre identificadas con la Divinidad misma, o con alguna de las tres ‘Personas’ de ‘La Santísima Trinidad’ –y es entendible por su incomparable Condición Espiritual respecto de nosotros-
b) ‘Avatares Interplanetarios’ y ‘Avatares Planetarios’ que sólo se han liberado del Plano Físico Cósmico (con sus 7 ‘subplanos’, nuestros 7 Planos, desde el físico hasta el Ádico); y 
c) ‘Avatares Humanos’ que se han liberado de los 5 ‘subplanos’ inferiores del Plano Físico Cósmico (nuestros 5 Planos, desde el físico hasta el Átmico). Sólo de estos últimos b) y c) habló Madame Blavatsky en “La Doctrina Secreta” (vol. I, Estancia VII, Sloka I) haciéndolas corresponder a las 5 primeras de las 12 Jerarquías Creadoras. En particular, c) al principio del vol. VI (de la edición de Kier en castellano). Allí mencionó, entre otros ‘Avatares humanos’ a Krishna, a Buddha y a Cristo (Véase también ISV vol. IV, pp. 272-276). Y como ‘Avatar Planetario’ sólo al ‘Observador Silencioso’, el ‘Iniciador Uno’ (vol. I, Comentario 7 a la Estancia VI) al que suele identificar (por razones esotéricas en las que no entraremos) con el Sanat Kumara (Melquizedek en la Biblia, a Quien Abraham entrega el diezmo luego de luchar con los ‘Reyes de Edom’, y con Quien realiza la ‘comunión del pan y el vino’ según el Antiguo Testamento; y según el Nuevo Testamento, en la Epístola a los Hebreos de San Pablo 7, Cristo fue hecho ‘Sumo Sacerdote’ a perpetuidad, ‘a semejanza de Melquizedek’. ¿Qué quiere esto decir ¡Por Dios! si no se usan las Claves Esotéricas?)
·      El Maestro Tibetano D.K. nos dejó también la sugerencia (Ídem 583) de que Cristo, además de haber sido un ‘Avatar Humano’, fue una vasija (de muchas) para un ‘Avatar Solar’ -que apareció con motivo de un incremento en la actividad del centro cardíaco de nuestro Logos Planetario-. Él habría sido la Causa (si estoy en lo correcto) del progreso acelerado –y jamás igualado- (“Tratado de los Siete Rayos”, Alice Bailey, Tomo II, ‘los Cinco Grupos de Almas’, p. 170) de la Mónada-Alma ‘del futuro’ Cristo, debida a su ‘Sagrado Corazón’ que resonaba con el de tan Elevado Avatar que, como ya aclaramos, podemos identificar con ‘Vishnú’, ‘el Hijo’ o ‘2° Persona de la Trinidad Cristiana’ (o Aspecto de Amor-Sabiduría’) a todos los efectos prácticos que nos conciernen, dado lo inconcebible de su elevación espiritual en relación a nosotros, aunque no sea el Principio Infinito o lo Absoluto mismo –sino ‘sólo’ un Rayo del Logos Solar, velado por el Observador Silencioso-. En efecto, la Mónada ‘del futuro’ Cristo se individualizó en la Lemuria (anterior a la Atlántida) y, sin embargo, muy pronto se acercó al progreso del Buddha, individualizado en la Cadena Lunar, en un ciclo y una época muy anterior. Este Avatar Solar –según D.K.- también fue responsable del incremento en la amorosa ‘actividad del corazón’ –en relación al reino humano- y a la consecuente apertura del ‘Portal de la Iniciación’ para muchos seres humanos. En todo caso, tenemos aquí una forma lógica y esotérica de comprender la exotérica ‘doctrina’ del carácter ‘humano-Divino’ del Cristo.

7. Clave referente a los Ciclos y sus correspondientes “Héroes” u Hombres Terrestres. Clave Fisiológica

·      Un símbolo muy conocido, el Uróboros, la serpiente que se muerde la cola, en esta clave, representa un ciclo, un período de tiempo.
·    Otro símbolo muy conocido es el del Dragón con siete cabezas. En un sentido es una representación del Ciclo indicado por “las Siete Midot o Sefirót inferiores”, por ejemplo, el de “los Siete Días” de la creación del Génesis. Es decir, tanto la Serpiente que se muerde su cola como el Dragón, son símbolos típicos de la representación de Ciclos. (La redondez de la cabeza sugiere la circularidad del ciclo, y la síntesis o “el Arjé donde era el Logos” del comienzo del ‘Evangelio según San Juan’, es decir, ‘el Arca’ donde comienza a actuar la “Ideación Divina” que trae a la existencia, gradualmente y de forma cada vez más concreta, al universo desde la pura abstracción ‘amorfa’ del  “Pensamiento Divino”)
·         También, en simbolismo, es frecuente oír no ya del “vencedor”, sino del “matador del dragón”. Es un símbolo de aquél que ha completado un ciclo de experiencias y aprendizajes –sobre todo uno en el que se ha desarrollado la Mente-.
·      En los mitos de iniciación, cuando aparece un nuevo gran “Iniciado” como el “matador del Dragón”, porque –según dicen las diferentes tradiciones- en cada época y lugar, puede estar encarnado sólo un Hierofante en posesión de “la Palabra o Nombre Sagrado”. Entonces, cuando el Iniciador -o “Dragón de la Sabiduría Esotérica”- pronuncia, transmitiéndosela a su Iniciado sucesor, aquél “muere”, o mejor dicho, “es ascendido vivo a los cielos” –como pasó con el profeta Elías y otros, en plena continuidad de conciencia y entre portentos, tales como se dice que ocurrieron en el “tránsito” a otro plano del Rabí Shimón Bar Iojai, autor del Zohar-. Recordemos los mitos de la Rama Dorada; los de la Tetralogía wagneriana, cuando en “El anillo de los Nibelungos”, Sigfrido mata al dragón y come su corazón, es decir, asimila la esencia de su Sabiduría. Dicho sea de paso, esta es una buena razón para usar el simbolismo de la ‘serpiente’ cuando nos referimos a los Iniciados: ¡Ambos son capaces de abandonar sus ‘viejas pieles’ y salir ‘reptando’ muy tranquilamente con su nueva piel!
Sigfrido en la Cueva-gruta del Dragón
 ·        Cuando abordamos la Kabaláh, también hay que aprovechar y ejercitar estos diferentes niveles interpretativos. Por ejemplo, si nos referimos al Árbol de la Vida, podemos estar aludiendo, fundamentalmente, a la estructura de los “planos” del Cosmos y a la estructura de los “principios” del hombre (en sentido esotérico, incluyendo sus diferentes envolturas sutiles, etc); pero también podemos meditar sobre él en otros niveles. Por ejemplo, el nivel referido a los 7 chakras a medida que van despertando a su actividad y formando triángulos. O el de las Jerarquías Creadoras, correspondientes a la Jerarquía Humana (Maljút) y a los 9 diferentes “Coros Angélicos” del Cristianismo Esotérico (según los rosacruces), desde los Ángeles personales más cercanos a nosotros (Iesód, Benei Elohim), los Arcángeles nacionales (Hod, Elohim), los Arcai o “Espíritus del Tiempo, o de las Épocas” de toda la Humanidad (Nétzaj, Arelim), las Potestades o “Espíritus de la Forma” Planetarios –que, sin embargo, tienen su residencia en el Sol- (Tiféret, Jaiot Hakódesh), las Virtudes o “Espíritus del Movimiento” que dinamizan a los hombres y mueven a los astros, cada uno en su órbita (Guevurá, Malajim), las Dominaciones o “Espíritus de la Sabiduría” que coordinan todos esos movimientos independientes para armonizarlos entre sí (Jésed, Jasmalim), hasta los Tronos, (Bináh, Ofanim), Querubines (Jojmáh, Kerubim) y Serafines (Keter, Serafim), los más elevados en espiritualidad (éstos últimos corresponden a los Signos Zodiacales y a la Tríada Sefirotal Superior, a un paso de la ‘Trinidad Logoica’, con la aclaración ya hecha en la 6° Clave).

Las 10 Sefirot del 'Árbol de la Vida' cabalístico
 ·     Los ‘aspectos fisiológicos’ de la 7° Clave, relacionada con el Séptimo Rayo de Orden Ceremonial, se relacionan con las diferentes humanidades que existieron antes que nosotros, así como con su forma de reproducción, para dar continuidad a su especie. Esto se fue dando de un modo gradual y como un largo proceso, que fue variando mucho en su modalidad. En esoterismo, se dice que hubo una época en que el hombre era andrógino. Platón afirma lo mismo en sus diálogos, y en la Biblia también lo encontramos en el Capítulo 1 del Génesis (en el sexto día):

“Y dijo [o “dijeron” los] Elohim [Nombre que está en plural]: “Hagamos a Adam a nuestra imagen  (...).
Creó [o crearon], pues, [los] Elohim a Adam [lo traducen “al ser humano”] a imagen suya, a imagen de Elohim lo creó, macho y hembra lo creó.”

·         Lo que está en juego aquí es el problema de lo femenino y de lo masculino, Yang-Yin; Shiva–Shakti, Lingam-Yoni; desde los niveles atómicos (los polos + y -), pasando por el hombre, hasta en lo “temporo-espacial” y cósmico. En el famoso nombre del Tetragrámaton (“י”-Iud- , “ה” –Hei-, “ו” –Vav-, “ה” –Hei-), hay dos letras masculinas –la iud y la vav, una simboliza al esperma y la otra al falo-, y dos (las “hei”) son femeninas (representan al útero). Todo esto –referido a la relativamente transitoria etapa sexual del hombre y de los otros reinos de la naturaleza- se puede relacionar con los otros tipos de “reproducción” no sexual, como a la desde el Adam Rishón (el ‘Primer Hombre’, o mejor dicho “Raza de hombres”, que era asexual), o incluso con la manifestación o “creación espiritual” del “andrógino” Adam Kadmón (Hombre Primordial o Arquetípico). Esto hizo que Blavatsky ‘protestara’ a su modo fuertemente temperalmental (¡De 1° Rayo!) contra las explicaciones meramente sexuales o ‘fálicas’ del simbolismo esotérico (ya sean cabalísticas o tántricas), y en cambio alabara a las interpretaciones orientales más metafísicas (tipo ‘Yin-Yang’, o ‘Purusha-Prakriti’) o más místicas. Porque, argumentaba, estas últimas son mucho más generales y abarcan períodos de tiempo o ‘Edades’ (o ‘Yugas’) mucho más extensas, mientras que la fase sexual es –relativamente- mucho más transitoria.
·         En todo caso, vemos cómo todas las Claves, siendo distintas, se interpenetran y entrelazan entre sí. Y una forma fácil de ‘velado’ consiste en pasar de una Clave a otra sin avisar al lector: éste es el problema mayor de los principiantes. Se pone a prueba su discernimiento, dejándolo en medio de expresiones aparentemente contradictorias o inentendibles. H.P.B. usaba mucho este método.
·         De hecho, en la Kabaláh existen también interpretaciones ‘del segundo tipo’ (no sexuales). Por ejemplo, la concepción ideativa de la pequeña letra “י”-Iud- cuya puntita superior apunta hacia la Sefiráh Kéter (Corona) simboliza en su totalidad a la Sefiráh Jojmáh  (Sabiduría). La Corona es la primera Sefiráh, la ‘Álef ﬡלף , que por permutación, en hebreo, es ‘péleפﬥﬡ ‘asombro’. Algo comienza por ‘asombrarnos’. Ello ‘evoca’ en nuestro interior una súbita ‘intuición’ (o ‘concepción’), una  ‘chispa’, por ejemplo, la de un nuevo ‘concepto’, que al principio ‘se sabe’ pero no ‘se entiende’, ni mucho menos puede explicarse a otros. Estamos en la posición de San Agustín cuando reconocía que si bien él ‘sabía’ lo que era el ‘Tiempo’, pues lo podía distinguir del ‘Espacio’ y de otras cosas, pero que, a pesar de ello no lo entendía, ni era capaz de explicárselo a otros. Sin embargo, si esa ‘chispita’ es convenientemente ‘aventada’ en nuestro intelecto, puede transformarse en un fuego ‘visible’. En tal caso, la acción germinal debe ser desarrollada ‘extendiendo a la iud horizontalmente’, y al hallar ejemplos, la hace ‘descender hacia abajo’. Luego, al asociarse con otras series de ideas hasta ser ‘entendida’, es como añadir el trazo izquierdo separado de la letra “ה” –Hei- que corresponde a la Sefiráh Bináh (Entendimiento). Posteriormente, si el asunto despierta emociones de interés, y se mantiene el pensamiento en lo que se ha entendido, surgen ideas de cómo puede ser ‘aplicado’ en la vida. Ello queda simbolizado en la letra  ו” –Vav-, que hace ‘descender’ a otro plano más ‘visible’ lo meramente intelectual. Representa las 6 midot de rúaj (Emociones). Finalmente, las ‘e-mociones’ llevan solas al ‘movimiento’ de producir o fabricar la ‘aplicación’ que ha surgido, hasta que se ‘concrete’ en una forma física aquello que ha sido entendido. Y ello se simboliza en la segunda letra “ה” –Hei-, reflejo físico de la primera. Hasta aquí hemos pensado en un ‘desciframiento’ del Tetragramaton, y de las 10 Sefirot en el proceso ‘creativo’ de un hombre. ¡Pero si lo elevamos al nivel metafísico, podremos aplicarlo también al Logos o a la Mente Universal y a la ‘creación’ del Universo! 
 ·         Con respecto al Mito universalmente presente en todas las culturas, de la ‘Guerra en los cielos’, la 7° Clave muestra el  sentido esotérico de la famosa ‘Guerra de Troya’, o también el de la ‘Guerra Taraka’ en la mitología brahmánica. El robo de Elena (o Tara) de Troya, la esposa de Menelao (Brihaspati-Júpiter) por Paris (Soma, la Luna como masculina, y el nombre del ‘brebaje sagrado’ que se daba a los candidatos a la Iniciación a fin de que recordaran en su cerebro físico la experiencia que vivían en los planos internos), simbolizan lo siguiente. Menelao representa el culto exotérico (el de los ritos y fórmulas vacías, porque su sentido se desconoce) que sigue los dogmas de la letra muerta. Elena, su esposa, simboliza el alma del religioso que ha seguido el culto externo, pero que ansía en secreto la verdadera sabiduría esotérica, identificada con Paris (Par-Isis), que por eso es representado ‘robándola’. La destrucción de Troya por las tropas de Agamenón y los griegos, indica la tan repetida persecución y destrucción de los Iniciados por los seguidores del culto externo (como el asesinato de los ‘niños’ –Iniciados- por Herodes, queriendo terminar con el Cristo). El Caballo de Troya (que se creyó regalado por Poseidón-Neptuno) simboliza el interior falso y engañoso que termina traicionando al verdadero espíritu religioso.
·        Según H.P.B. y “La Doctrina Secreta”, existe una posible asignación de sentido (muy importante, aunque no la única) a las 3 Sefirot Superiores (Kéter, Jojmáh y Bináh) como los 3 planos superiores (del Plano Físico Cósmico, Ádico, Monádico y Átmico), así como a las tres primeras Jerarquías Creadoras manifestadas, correspondientes a los signos astrológicos de Leo, Virgo y Libra; mientras que las ‘6 Sefirot de la Construcción’ (desde Jésed hasta Iesód) más Maljut (Reinado) corresponden a los a los ‘Cuatro Mundos’: Atzilut (Mundo Arquetípico o de la Emanación), Briáh (o Mundo Creativo), Ietziráh (Mundo de la formación) y Asiáh (Mundo de la Acción), o 4 planos inferiores (desde el plano Búdico hasta el Físico), y a los 7 Globos de nuestra Cadena Planetaria Terrestre (las ‘7 Cabezas’ del Dragón del Apocalipsis; o ‘en los Puranas de la India, las 7 cabezas de la Serpiente Shesha que sostienen al Universo’). Porque, dicho sea de paso, el esoterismo afirma la existencia de más de 70 Globos planetarios en nuestro Sistema Solar (la mayoría existentes en materia que no es del plano físico).
·         Existe otra asignación de sentido a las Sefirot del ‘Árbol de la Vida’ en el cual en cada uno de los cuatro mundos hay un conjunto de 10 Sefirot. Esta tradición se halla presente en los mazos de cartas que tienen 10 cartas de cada uno de los 4 Palos (en vez de ‘Mundos’: Bastos o Elemento Fuego; Copas o Elemento Agua; Espadas o Elemento Aire y Oros o Elemento Tierra).
·         Es diferente –aunque no contradictorio- con la asignación del Plano Búdico (Atzilut) a Jésed (Globo G) y a Guevurá (Globo A); Plano Mental (Briáh) a Tiféret (Globo F) y Hod (Globo B); Plano Emocional (Ietziráh) a Nétzaj (Globo E) y Plano Físico (Asiáh) etérico a Iesod (Globo C) y Plano Físico denso a Maljut (Globo D).


Ejemplo de combinación de Claves    
·     En una parte, el Sifra Detzniuta del libro cabalístico por excelencia, el Séfer ha Zóhar, se habla de una Serpiente enroscada, ‘con la cola en su boca’, que ‘cada mil días se manifiesta’ y que ‘corre con 370 saltos’. Y agrega que ‘su cabeza se rompe en las aguas del Gran Mar, según está escrito: Tú divides el mar con tu fuerza; Tú rompes las cabezas de los dragones en las aguas’. El secreto de estas expresiones tan ‘crípticas’, era velar (con la 1° Clave) la metafísica doctrina secreta de la interminable sucesión de los ciclos de actividad (manvántaras) y de reposo (pralayas) cósmicos a través de la ‘serpiente enroscada’. Según el Esoterismo Universal, este Universo es uno de una serie infinita, sin principio ni fin. Por eso, no es correcto hablar de una ‘creación de la Nada’ en un sentido literal. Porque todo Universo surge de otros anteriores, no habiendo -en ningún sentido- uno que sea ‘creado ex-nihilo’. Aunque sí lo tiene, si pensamos esa expresión en el sentido de la Física Cuántica, e identificamos a la ‘Nada’ con el ‘estado de vacío’ cuántico, a partir del cual los ‘operadores de creación y de destrucción’ de partículas van trayendo a la existencia ‘actual’ a todo aquello que era sólo ‘latente’ en el ‘estado de vacío’. En esa Física, hay algo ‘inmanifestado’ y otro algo ‘manifestado’ en la realidad física, tal como en la tradicional enseñanza esotérica.
·       Además, que ‘mil mahayugas’ o ciclos de actividad componen un ‘Día de Brahma’ de la manifestación; y que ‘las cabezas’ que se rompen son los Globos de una Cadena Planetaria en el Gran Mar del Espacio cuando llega el pralaya o período de inactividad, la ‘Noche de Brahma’. En otra Clave, nuestra vida terrestre es mencionada como ‘el Gran Mar’, habiendo sobrevivido hasta la actualidad la metáfora de ‘el Mar de la Vida’. En este caso, la ‘ruptura de las cabezas en las aguas’ de la vida, se refiere a las pruebas de los Iniciados (los ‘dragones de sabiduría’) en la vida física. (Ver también: DS IV, ‘Sobre el Mito de los Ángeles Caídos’ al final, p. 72)
·         Para concluir, los invitamos a mirar cuidadosamente un diagrama que aparece en el Tomo 1 de “La Doctrina Secreta”, pág. 225, Diagrama III (siempre nos referimos a la versión en castellano de Editorial Kier, año1962, Buenos Aires).


















 
                                                                                                             

























 





   
 
                                                                                                          

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