miércoles, 24 de mayo de 2017

El Caos teológico y el Orden esotérico



El Caos teológico y el Orden esotérico
Dr. Adolfo R. Ordóñez
Introducción

En este artículo pretendo reunir algunas ideas dispersas por todas las Obras de Madame Blavatsky –tan dispersas que, a pesar de su enorme importancia, han pasado desapercibidas (o poco apreciadas) por muchos de sus lectores- y, además, aclarar su profundo significado.
Me refiero a sus comentarios respecto al ‘orden’ –en realidad, ‘desorden’- en el que comienzan los relatos cosmogónicos la Biblia judeo-cristiana y otras ‘Escrituras Sagradas’. H.P.B. nos ha dejado señalamientos sobre este asunto, así como de muchos otros, en su estilo mordazmente crítico y ‘como al pasar’, y luego volvía rápido a, o continuaba con, otro tema –pues casi siempre escribió apurada por el tiempo y ‘con las horas contadas’, si no con su propia vida ‘alargada por las misteriosas ‘curaciones’ de sus Mahatmas, a los efectos de que pudiera terminar su gran Obra’-.


‘Orden’ del Génesis (o sea, del ‘Bereshit’ hebreo)
Veamos una buena traducción de los tres primeros versículos del ‘Génesis’ del hebreo [sólo pongo parte de la fonética ya que muchos lectores pueden no conocer las letras hebreas] al castellano:
[1] En el principio creó Elohim [imperfectamente traducido por ‘Dios’] los cielos [en plural et ha shamáim] y la tierra [et ha áretz].
[2] Y la tierra estaba [ve ha áretz ha itáh] caótica y sin forma [tóhu va bóhu], y oscuridad [ve jóshej] sobre la faz del abismo [al pnéi tejóm], y el Rúaj Elohim [imperfectamente traducido por ‘Espíritu de Dios’] alentaba [merajéshet] sobre la faz de las aguas [al pnéi ha máim].
[3] Y dijo Elohim [‘Dios’] “¡Haya luz!”, y fue luz [iehí or va iehí or]
[4] Y vio Elohim [‘Dios’] que la luz era buena; y separó Elohim [‘Dios’] la luz [et ha or] de la oscuridad [jóshej]

Dios y Adán pintados por Miguel Ángel en el techo de la Capilla Sixtina

 Comentarios de Blavatsky [con aclaraciones del autor, ARO]
·         “Cuán próxima es la identidad entre Brahma-Prajapati y Jehovah-Sefirot, entre Brahma-Viradj y Jehovah-Adam, sólo la Biblia y los Puranas comparados pueden mostrarlo. Analizados y leídos a la misma luz [ARO: y con las 7 Claves del Simbolismo Esotérico, véanse los cuatro Artículos sobre ese tema en este blog], proporcionan una gran evidencia que son dos copias del mismo original, hechas en dos períodos muy distantes uno de otro. Compárese también, en relación con este asunto, el Génesis IV, 1 y 26, y Manu I, 32, y ambos darán su significado. En Manu, Brahma, que como Jehovah o Adán en el Génesis  es a la vez hombre y Dios, y divide su cuerpo en macho y hembra, representa, en su sentido esotérico, la personificación simbólica del poder creador generador, a la vez divino y humano. El Zohar presenta pruebas aún más convincentes de identidad, al paso que algunos rabinos repiten palabra por palabra ciertas expresiones originales de los Puranas; verbigracia, la “creación” del mundo que se considera generalmente en los libros brahmánicos que es Lila, el placer [ARO: Deleite o ananda] o el deporte, el recreo del Supremo Creador.
“Vishnú, siendo así sustancia discreta e indiscreta, espíritu y tiempo, se recrea como un muchacho alegre, como podéis conocer escuchando sus travesuras” [Vishnú Purana I y II: trad. de Wilson, I, págs. 19-20]

Ahora compárese con lo que dice el libro Nabélet’Jojmáh:

“Los kabalistas dicen que la venida a la existencia de los mundos tuvo lugar por placer, en el cual Ein Sof se regocijaba en Sí mismo, y resplandecía e irradiaba de Sí mismo a Él mismo … todo lo cual se llama placer” [Citado en la Qabbalah de Myer, pág. 110]. [DS III, 132-3]

·         “Los versículos del Génesis, desde los capítulos I al V, están intencionalmente trastocados por razones kabalísticas. Después del HOMBRE del Génesis, capítulo I, vers. 26; después de Adán, el primer Andrógino; después de Adam Kadmon –el (primer) Adán sin sexo [ARO: La DS III dice aquí, por error, ‘Logos’ en vez de ‘Adán’, ya que,  evidentemente, se está refiriendo al Adam Rishón, o primer Adán humano]-, y Adán y Eva una vez separados, viene finalmente Jehovah-Eva y Caín-Jehovah. Éstos representan distintas Razas-Raíces, pues transcurrieron millones de años entre ellos.
Por tanto, las Teoantropografías aria y semíticas son dos hojas de la misma rama, estando sus respectivas personificaciones y personajes simbólicos en relación mutua, como sigue: 
I.   Lo Incognoscible mencionado de varios modos en versículos del Rig Veda, tales como “Nada era”, llamado más tarde, Parabrahman, -el ﬡין Ain, No-cosa, o Ein Sof de los kabalistas- y también [surgido de Ello, el Rúaj Elohim] el “Espíritu” (de Dios) que se mueve sobre las Aguas en el Génesis.Todos estos son [ARO: respectivamente] idénticos [ARO: a Parabrahman y al Logos de los vedantinos]. Además, en el Génesis, capítulo I, el versículo 2 está colocado como el versículo 1 en los textos kabalísticos secretos, en donde se continúa con los Elohim, “creando el Cielo y la Tierra”. Esta mutación deliberada del orden de los versículos era necesaria para fines monoteístas y kabalísticos. La maldición de Jeremías contra aquellos Elohim (Dioses) que no habían creado los Cielos y la Tierra [Jer. X, 11] muestra que había otros Elohim que lo habían hecho.” [DS III, 134-5]
·         “Los monoteístas se han aprovechado, y todavía se aprovechan, del profundo esoterismo de la Kabaláh para aplicar el nombre por el cual la Esencia Una y Suprema es conocida [ARO: Ein Sof o lo Infinito y Absoluto] a su manifestación [ARO: Y todo lo manifestado es finito], el de Sefirot-Elohim, y la llaman Jehovah. Pero esto es por completo arbitrario y está reñido con toda razón y lógica; pues la palabra ‘Elohim’ está en plural, así como está en plural ‘Jaím’ [ARO: ‘Vivientes’] combinado frecuentemente con ella. El enunciado que se lee en el Séfer Ietziráh y en otras partes, “Eját Rúaj Elohím Jaím” [ARO: Séfer Ietziráh, 1: 9], denota, cuando más, a los Elohim como andróginos, predominando casi el elemento femenino, pues se leería: “Una es Ella, Espíritu de los Elohim Vivientes”. Como se ha dicho antes, ‘Ejat’ ﬡחת es [ARO: es una palabra hebrea de género femenino] femenino, y ‘Ejad’ אחד es masculino, y ambas significan ‘Uno’ [ARO: aquí hay un problema al traducir del inglés: en castellano, diríamos que significan ‘Una’ y ‘Uno’, respectivamente].” [DS I, 168]
[ARO: en la DS I, 139 ya había HPB traducido las secciones 9 y 10 del capítulo I del Séfer Ietziráh completas, en particular, las que aquí necesitamos; fonéticamente: “Ejat Rúaj Elohim Jaím, Barúj ve Mebórej Shemó shel Jai ha Olamot, Kol, ve Rúaj ve Dibur, ve Húa Rúaj Ha Kódesh”, que se traduciría: “Una es Ella, Espíritu de los Elohim Vivientes, bendito y bendecido es el Nombre (o Logos) de la Vida de los Mundos, Voz, Espíritu y Palabra, y Él es el Espíritu Santo”]

Diagrama hindú: La Luz de 'Aditi' irradiando de lo Innominado (arriba) y emanando a Brahma que primero es 'Andrógino', y después, 'cayendo' en la manifestación diferenciada, se desdobla en 'Femenino' (Nari y Vach) y 'Masculino' (Nara y Viradj)

·         “…aunque es imposible definer a Parabrahm, ni bien hablamos de lo primero que puede ser concebido, debemos tratarlo como un principio femenino. En todas las cosmogonías, la primera diferenciación fue considerada femenina. Es Mulaprakriti [ARO: la Raíz de la Materia, identificable con la Luz del ‘Aditi’ védico, Madre de Brahma y de todos los ‘Adityas’; y la física moderna nos asegura que, aún en el plano físico más denso, la luz es la forma más sutil de la materia] la cual oculta o vela a Parabrahm… Siempre es la Diosa o las Diosas las que vienen primero. La primer emanación es la Madre Inmaculada de la cual proceden todos los Dioses, o las fuerzas creativas antropomorfizadas.” [H.P.Blavatsky, Collected Writings, Vol. X, 302] [ARO: la Virgen Madre del Logos, porque lo Absoluto no tiene sexo, y no puede ser considerado como que ‘fecunda’ a la Madre; ver DS I, 114; esto dio origen al dogma ‘antropomorfizado’ –e incomprendido- de la ‘inmaculada concepción’ física (¡!) de María, la madre del Jesús histórico]
 
El vol. X de los 15 de los CW de HPB
Conclusión: ‘Orden’ verdaderamente esotérico del ‘Génesis’, según H. P. Blavatsky
[1] La raíz de la materia [no la ‘Tierra’] era un caos amorfo, y la Oscuridad [del Absoluto Incognoscible] estaba [o yacía] sobre la faz del Abismo [caótico]; y la Divina Madre del Logos Trino, Voz, Espíritu y Palabra que alentaba sobre la faz de las Aguas de su Divino Seno [‘María’ viene de ‘Mar’; como en ‘Stella Maris’].
[2] Y en el [en griego sería ‘Arjé’] Principio [ideativo y sustancial] los Elohim ‘Creadores’ formaron [y no ‘crearon de la nada’] los ‘mundos de los planos inferiores’ de materia [por lo que, esotéricamente, son los Elohim de nivel inferior, ya que los ‘maldecidos’ por negarse a crear -los mundos de nuestra Cadena Terrestre-, son los ‘Elohim Vivientes’ más elevados los ‘Dhyani Buddhas’, velados en la Tríada Sefirotal Superior, que están destinados -por el Propósito Logoico- a trasmitir Vida o Espíritu y Alma –como el ‘Prometeo’ griego- a los seres evolucionantes en dicha Cadena 'formada' por los 7 Sefirot inferiores, especialmente, los del 'Mundo Formativo' u Olám ha Ietziráh]
[3] Y dijo Elohim [el Logos como ‘colectividad’ de Jerarquías de Seres] “¡Haya Luz!”, y fue la Luz [la manifestación y su preparación]
[4] Y vieron los Elohim [‘los Lipikas Kármicos’, DS I, Estancia V, Sloka 4] que la Luz era buena; y separó Elohim [el Logos como ‘colectividad’ de Jerarquías de Seres] la Luz [lo inmanifestado-manifestado] de la Oscuridad [lo Absoluto].

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