martes, 17 de octubre de 2017

"La Supermente” de Sri Aurobindo y “El Logos” de Helena Blavatsky

“La Supermente” de Sri Aurobindo y “El Logos” de Helena Blavatsky
Adolfo R. Ordóñez
“Tres Poderes de la Luz sostienen los Tres Luminosos Mundos Divinos”
Rig Veda V, 29, 1

 “Antes de que pasemos a esta más fácil comprensión del mundo que habitamos desde el punto de vista de una aprehendente Verdad-Conciencia que ve las cosas como una individual alma liberada de las limitaciones de la mentalidad y admitida para que participe en la acción de la Supermente Divina, debemos detenernos y resumir brevemente lo que hemos comprendido o podemos aún comprender de la Conciencia del Señor, el Ishvara tal como desarrolla el mundo mediante Su Maya, de la concentrada unidad original de Su Ser.
 […] Pero cuando de este modo afirmamos esta Unidad de Sachchidananda [Lo Absoluto, según Sri Aurobindo] por un lado y esta mentalidad dividida por el otro, planteamos dos entidades opuestas, una de las cuales debe ser falsa si la otra es verdadera, una de las cuales ha de abolirse si la otra ha de disfrutarse…De esta solución no hay escape a menos que exista un eslabón intermedio entre los dos que pueda explicarlos uno con respecto al otro y establecer entre ellos una relación tal que posibilite realizar la Existencia, Conciencia y Deleite únicos en el molde de la mente, la vida y el cuerpo.
El eslabón intermedio existe. Lo llamamos Supermente, o Verdad-Conciencia, porque es un Principio superior a la mentalidad [el Logos teosófico] y existe, actúa y procede en la verdad y unidad fundamental de las cosas y no como la mente, en sus apariencias y divisiones fenoménicas. La existencia de la Supermente es una necesidad lógica que surge directamente de la posición con la que empezamos.”
[…] Descubrimos que en el Principio de la Supermente misma, ella tiene tres equilibrios o sesiones generales de su conciencia fundamento-del-mundo. El Primero [1° Logos] fundamenta la inalienable unidad de las cosas; el Segundo [2° Logos] modifica esa unidad de modo que sostenga a la manifestación de los Muchos en Uno y de Uno en los Muchos; el Tercero [3° Logos] modifica ulteriormente esto de modo que sostenga la evolución de una individualidad diversificada que, por acción de la Ignorancia, viene a ser en nosotros, en un nivel inferior, la ilusión del ego separado.” [“La Vida Divina”, Libro I, Capítulo XVI, 142-3, 145-6]
[…] Obviamente, estos tres equilibrios sólo serán diferentes modos de tratar la misma Verdad; la Verdad de la existencia disfrutada sería la misma, el modo de disfrutarla o más bien el equilibrio del alma en el disfrute sería diferente. El Deleite, el Ananda variaría, pero moraría siempre dentro del estado de la Verdad-Conciencia y no implicaría deslizamiento dentro de la Falsedad y la Ignorancia. Pues la Segunda y Tercera Supermente sólo desarrollarían y aplicarían en los términos de la multiplicidad divina lo que la Supermente Primera sostuvo en los términos de la unidad divina. No podemos estampar ninguno de estos tres equilibrios con el estigma de la falsedad y la ilusión. El lenguaje de los Upanishads, la antigua autoridad suprema para estas verdades de una experiencia superior, cuando hablamos de la existencia Divina que se está manifestando, implica la validez de todas estas experiencias. Sólo podemos afirmar la prioridad no en el tiempo sino en la relación de la conciencia, y ninguna declaración de la suprema experiencia espiritual, ninguna filosofía Vedántica niega esta prioridad ni la eterna dependencia de los Muchos en cuanto al Uno. Es porque en el Tiempo los Muchos no parecen ser eternos sino manifestarse procedentes del Uno y retornar a él como su esencia, que la realidad de aquellos es negada; pero igualmente podría razonarse que la eterna persistencia o, si se quiere, la eterna recurrencia de la manifestación en el Tiempo es una prueba de que la multiplicidad divina es un hecho eterno de lo Supremo más allá del Tiempo no menos que la unidad divina de otra manera, no podría tener esta característica de inevitable recurrencia eterna en el Tiempo."
[“La Vida Divina”, Libro I, Capítulo XVI, 148]


Los “Collected Writings” de Helena Petrovna Blavatsky son 15 volúmenes de alrededor de 450 páginas cada uno, donde están sus numerosos artículos escritos como contribuciones para varias revistas esotéricas, pero en los cuales no se hallan sus otros libros. En el volumen X, se hallan las “Transactions” de 1889 de la ‘Logia de Londres’ de la Sociedad Teosófica, donde Blavatsky respondió largamente a las muchas preguntas que se le hicieron acerca del significado de muchas expresiones que les resultaban dudosas en su obra “La Doctrina Secreta” (recién editada, en 1888).
Una pregunta era si Fohat es uno de los tres, Padre, Madre o Hijo. HPB respondió:
“Fohat es un término genérico y es usado en muchos sentidos. Él es la Luz (Daiviprakriti) de todos los tres Logoi –los símbolos personificados de las tres etapas espirituales de la Evolución-. Fohat es el agregado de todas las ideaciones creativas espirituales arriba, y de todas fuerzas creativas y electrodinámicas abajo, en el Cielo y en la Tierra. Parece haber una gran confusión y malos entendidos entre el Primer y el Segundo Logos. El Primero es la ya presente aunque aún inmanifestada potencialidad en el seno del Padre-Madre; el Segundo es la abstracta colectividad de creadores llamados ‘Demiurgi’ por los griegos o los Constructores del Universo. El Tercer Logos es la ulterior diferenciación del Segundo y la individualización de las Fuerzas Cósmicas, de las cuales Fohat es el jefe; porque Fohat es la síntesis de los Siete Rayos o Dhyan Chohans que proceden del Tercer Logos.”
Otra pregunta se refería a ‘las etapas de la manifestación’, a lo cual HPB respondió como estuviera referida a lo Absoluto y al Triple Logos (¡Sobre lo cual tanto y tan mal se ha escrito, aún entre autores ‘teosóficos’!). Ella aclara que no se deben confundir ‘el Punto en el Círculo’, que “es el Logos Inmanifestado” [el 1° Logos], con el ‘Germen [es decir, el poder creativo que habrá de emanar] en el Huevo Mundanal [la Materia en su sentido abstracto]’ que corresponde al 2° Logos, el Triángulo dentro del Huevo Mundanal. “Pitágoras habló de la nunca manifiesta Mónada, que vivía en soledad y en tinieblas; [pero que] cuando la hora llega, irradia de Sí Misma a UNO [la Potencia, la Causa aún no revelada], el primer número. Este número, descendiendo produce a DOS, el segundo número [el Pensamiento aún latente] y DOS, a su vez, produce a TRES, formando un Triángulo, la primera figura geométrica completa en el mundo de formas [el Demiurgo, la Voluntad activa, desenvolviendo de su Ser universal el efecto activo, el cual, a su vez, deviene la causa en un plano inferior.” […] Habiendo vibrado a través del Germen, el Rayo [como la irradiación de la Mónada pitagórica] es absorbido nuevamente dentro del Punto, y el Germen desarrolla el 2° Logos.” [CW, X, 334, 351-2]. “[…] el 3° Logos, el universo subjetivo y objetivo. Luego, de este Logos manifestado, surgirán [el CUATRO, como el cuatrifáceo Brahma, que completa a la Tetraktys pitagórica, y] los Siete Rayos, que en el Zohar [libro kabalístico fundamental] son llamados los [siete] Sefirot inferiores, y en el Ocultismo oriental los siete rayos primordiales. De ahí procederán las innumerables series de Jerarquías.”



NOTA: Los corchetes, y las frases en negritas o en itálicas son del autor ARO.

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