sábado, 9 de diciembre de 2017

Carta Natal Geometría y Algebra (Parte III)

Carta Natal Geometría y Álgebra (Parte III)
Dr. Adolfo R. Ordóñez
Los ‘Matemas’ o (‘Mathemas’) y la Astrología
La Matemática, en tanto actividad humana, consiste, primero en hacer ‘contacto intuitivo’ con los ‘mathemas’ o ‘ideas-gérmenes’ matemáticos, y recién después ir posibilitando su ‘despliegue-germinación’, aumentando gradualmente su entendimiento y comprensión, mediante su des-envolvimiento eidético y lógico, sus relaciones con otros mathemas, buscando variados ejemplos ilustrativos y también sus posibles aplicaciones. El mathema es algo a lo cual uno ‘va llegando’ por un proceso de acercamiento progresivo, es como un ‘límite’, un horizonte.
Uno se va acercando, pero el mathema siempre está más allá de cualquier formalización rígida y cerrada. El mathema es como una ‘matriz de inteligibilidad’ que permite concebir, captar, o aprehender cualquier cosa.
Lamento que un exceso de ‘formalismo’ cristalizado y de lógica, en detrimento de la intuición eidética con su total ‘flexibilidad’, por parte de muchos profesores de matemática, hayan transformado en algo ‘difícil de aprender’ –y poco menos que una “tortura”- la enseñanza (o ‘máthesis’) de esta bellísima y maravillosa “Ciencia de las Ciencias”, cuyo significado mismo es ‘aprender’.
Pero, a pesar de ello, la verdad sigue siendo  que si alguien ‘concibe’ algo, lo hace a través de mathemas, que son los que nos posibilitan el deleite intelectual de ‘inteligir’ todo y cualquier cosa, en particular, en la Astrología.
 Hasta en la Filosofía, para concebir las ideas filosóficas más profundas y abstractas se debe recurrir a mathemas. Como es bien sabido, la palabra ‘matemática’ deriva del verbo griego “manthánein”, que significa, “aprender” o “aprehender” (con, y sin, la letra ‘h’), “entender”, “captar”. Es un término que –como la palabra ‘filosofía’, o ‘amor a la sabiduría’- se dice que acuñó Pitágoras de Samos. Este “aprehender” o ‘tomar’, es un “tomar conocimiento”, “tomar conciencia”, de algo muy profundo que de alguna manera tiene que evocar una verdad en nosotros, algo que, en el fondo, ‘ya sabíamos, inconscientemente, desde siempre’. Por eso la matemática aprendida de memoria, no es matemática verdadera. No hay ahí un ‘aprendizaje’ verdadero.
Si uno quiere entender las relaciones entre el todo y la parte, por ejemplo, una importante cuestión filosófica, es fundamental poder ‘captar’ –entre otros-:
1) El mathema de la “cardinalidad”. En particular, hay que darse cuenta de que hay ‘la misma cantidad’ de números pares (2, 4, 6, 8…) que de números naturales (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8,…). Fíjense, tenemos los ‘números naturales’: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho. Decimos que “dos, cuatro, seis, ocho, …,  son pares, los otros no, son impares”. Entonces los voy a contar, ¿cuántos son los pares que nombré? Un primer par, un segundo par, un tercer par, un cuarto par,  etc. ¿Se dan cuenta? Yo puedo contar -usando todos los números naturales- los números pares. ¿Y qué significa “contar”? Es poner en correspondencia biunívoca o ‘1 a 1’ dos conjuntos de cosas. Si yo quiero saber cuántas ovejas tengo, le hago corresponder a cada oveja uno de los dedos de mi mano: y si uso todos los dedos de una mano, entonces concluyo que tengo cinco ovejas. Análogamente uno puede hacer una correspondencia biunívoca entre los números pares y los números naturales (todos, los pares y los impares). Sin embargo los pares, son “la mitad”, uno diría. Son menos. El conjunto de los números pares es un subconjunto propio del conjunto de todos los números naturales. Sin embargo, tienen la misma cardinalidad, representan la misma cantidad del 'infinito numerable' (hay 'infinitos no numerables', como explico más abajo). Eso es un mathema.
Por si aún no lo entienden. ¿Qué es eso de la cardinalidad o 'número de elementos'?
Bueno, probaré con el “Hotel de Hilbert”. Se lo voy a explicar de este modo. Hay un Hotel (imaginario) con infinitas habitaciones. Cada una de ellas tiene un numerito arriba. Supongan que el hotel está lleno de gente, y viene una persona más. Veremos que, a pesar de que el Hotel esté lleno, siempre cabe uno más. Viene esa persona y me dice “¿Oiga me daría una habitación?” Entonces el Sr. Hilbert dice por altavoces “la persona que está en la habitación n, haga el favor de correrse a la habitación n+1. Todos se corren, el que estaba en la habitación uno pasa a la dos, y queda la habitación uno, libre. Todos siguen estando en el Hotel de Hilbert. Si cualquiera de nosotros al infinito le saca uno, sigue siendo infinito. Si hubiera dicho: “la persona que está en la habitación n, haga el favor de correrse a la habitación 2n”… ¡Hubiera liberado las infinitas habitaciones impares! Siempre pueden incorporarse no sólo una, sino infinitas personas más.

David Hilbert (1862-1943) Matemático alemán. Hizo grandes contribuciones que resultaron tener aplicaciones fundamentales para la Física Cuántica y la Teoría de la Relatividad General
Así como hay infinitos números naturales, también hay infinitos números pares, y esos ‘infinitos’ tienen la misma ‘cardinalidad’. 
Hay también, 'infinitos' tipos de 'finitud' (está la finitud de los conjuntos que tienen un elemento, que tienen dos, etc.) que no se pueden poner en correspondencia “uno a uno” o biyección. Por ejemplo, un conjunto de tres elementos no se puede poner en biyección con uno que tiene cinco. 
Del mismo modo hay 'infinitos' tipos de 'infinitud'. Está la infinitud numerable de los números naturales o pares, y está -por ejemplo- la infinitud no numerable del conjunto de los puntos de una recta, por ejemplo. Es no numerable, pues la recta es un 'continuo' de puntos (y entonces, dado un punto cualquiera, ¿Cuál es 'el punto que le sigue' ?). Que esto es así, lo demostró Georg Cantor, el “Padre” de la Teoría de Conjuntos, en el siglo XIX.

Georg Cantor (1845-1918)
2) El mathema del holograma: “El todo que se puede envolver en cada una de sus partes”. Esa es otra importantísima relación entre el todo y sus partes, detrás de eso hay un mathema. Está ahí actuando lo que se llama el producto de convolución, que consiste en “envolver juntas” dos funciones.
Al ‘holograma’ lo descubrió primero en forma puramente matemática, el inglés Denis Gabor, en 1947, y trece años después, el descubrimiento del láser hizo posible convertirlo en una realidad. Pero ya había sido previsto e ‘inteligido’ por él.


3) Finalmente, hay mathemas donde el Todo y la Parte marchan juntos. ¡Son muy usados en la Física Cuántica, y en el ‘Yoga Integral’ de Sri Aurobindo! Y no hay contradicción, porque cada 'Parte' mantiene una ‘conexión no local’ con las otras Partes y con el Todo –como la música de cada instrumento en una orquesta-. Decía Aurobindo que nosotros somos centros individualizados de conciencia (Partes), en íntima e indisoluble ‘comunión’ con ‘nuestro prójimo’, o los ‘otros’, y sin embargo, también somos la Conciencia Universal (el Todo).
¿Cómo es posible entender completa y correctamente la relación entre el todo y las partes sin estos mathemas? 

Hay 'Mathemas' en la base misma de cada disciplina y quehacer
Les di tres ejemplos de mathemas nada más, hay infinitos. Del mismo modo en que para poder aprender y aprehender, completamente y en realidad, este problema filosófico, independientemente de qué postura tenga yo con respecto a la Ciencia, y tanto si me interesa la Matemática como si no, está el hecho de que, para poder aprehender algo, es necesario primero, disponer del mathema necesario para su aprehensión. La cuestión es poder 'aprehender los mathemas' que ayuden a comprender mejor la Astrología, así como con los mathemas apropiados se puede aprender bien la Filosofía, o la Biología, o la Física. Por eso la Matemática era una Ciencia tan especial en la antigüedad, y Platón había hecho poner a la entrada de su Academia: “Nadie entre aquí si no sabe Geometría”.
La matemática profundizada hasta el nivel de los mathemas y su simbolismo, puede ayudar a hacer una mejor práctica astrológica. Esa es mi íntima convicción. Lo demás, es decir, si la comunidad científica académica va a re-pensar y rescatar lo astrológico tal como fue en la antigüedad o no, es sólo cuestión de tiempo. 

¿La Matemática fue 'inventada'?
Otro asunto, que conviene aclarar, es el del ‘origen’ o ‘génesis’ de los mathemas. Hemos de inquirir en lo absurdo o falto de sentido que tiene el preguntarnos cuándo ‘comenzó’ la Matemática en sí misma (sí, en cambio, tiene sentido e interés su aparición en la historia humana, desde luego). Si nos  preguntamos con quién o cómo se inició la Matemática... ¿Se inventó, ante todo? ¿Un hombre inventó la Matemática? ¿Cuántos ojos tenía ese supuesto hombre que podría haber inventado la Matemática? Dos. Y además seguramente tenía simetría bilateral y el ombligo en proporción áurea, como muestra la Matemática que sucede en todos los seres humanos. ¡Si lo vemos así, me temo que el “supuesto” inventor de la Matemática, seguramente ha plagiado a ‘Alguien’! Es inconcebible pensarlo. ¿Se dan cuenta? La Matemática es previa al hombre. ¡El Universo es matemático!
Por otro lado, la Matemática, por ejemplo, los fractales tienen una complejidad tal, que el mismo Benoit Mandelbrot descubridor de los fractales- decía: “Yo no me inventé esto que me atribuyen a mí, ¡No tengo tanta imaginación! Lo descubrí. En determinado momento sentimos que “nos habíamos topado con un gran oso”, en la IBM de Nueva York, por la década de los ochenta.”
Los fractales son ‘objetos matemáticos’ (y mathemas) que tienen una increíble riqueza estructural en infinitas escalas y una complejidad tremenda, a pesar de la simplicidad de las reglas de su formación. Algunos, como el “conjunto de Mandelbrot”, están hechos simplemente multiplicando números complejos y sumándolos. Ni siquiera hace falta aplicar logaritmos, ni exponenciales, ni seno o coseno. Simplemente multiplicar y sumar, sólo que repitiendo ambas operaciones muchísimas veces.

El fractal más famoso: el Conjunto de Mandelbrot
Lo matemático, evidentemente, es un misterio ya de por sí
¿Cuál es el origen ontológico de la matemática?
La ontología es una rama de la Filosofía que se pregunta por el ser en sí, de algo. Esta palabra deriva del griego : 'onto' deriva de 'ente';  'logos' es el estudio, la reflexión, en este caso acerca del ente o ser de algo. Por lo tanto, si nos preguntamos por el origen de la matemática como ente en sí, por su existencia, nos hallamos ante un problema filosófico muy profundo. Los matemáticos mismos no nos ponemos de acuerdo sobre cuál es. Yo creo que no tiene sentido pensar que “esto empezó a ser cierto desde un momento en adelante”. Pero si esto es así, entonces en ocasión del Big Bang, lo matemático ya estaba presente. Incluyendo el conjunto de Leyes Naturales. No estaría el “tejido espacio-temporal” tal como ahora lo percibimos, pero sí “estaban” los mathemas que los hicieron posible.
Evidentemente, hay alguna relación entre “math” y “Mahat”, como la ‘Mente Universal’ en el pensamiento de la India. La Mente Universal sería el “Cosmos Noeticós” o “Inteligible” de Platón, el Arjé o “Arca” conteniendo todas las Ideas, los Arquetipos, Mathemas y Mythemas. Esto resulta muy parecido a las Ideas platónicas. De hecho, en el siglo XX, ha habido grandes matemáticos, y uno de los más brillantes fue Kurt Gödel, de origen austríaco, autor del "Teorema de Incompletitud de Gödel" (que ha dado mucho que hablar y sigue dándolo). Gödel se confesaba platónico. Decía: “yo creo que hay tanto derecho de hablar de “entes matemáticos” (números, círculos, rectas, fractales) como de ruedas, mesas y sillas”. Es decir, podríamos abordar esta pregunta por 'los entes matemáticos, y por la existencia en sí de la Matemática, desde la fenomenología de Husserl o, si nos atrevemos, desde un punto de vista aún más platónico. Desde esta última perspectiva platónica, los mathemas no están en la dimensión temporal.

Arquetipos: Mathemas y Mythemas
Los Arquetipos, 'moldes primarios' que organizan lo concebible y nuestra experiencia , y que según Jung constituyen lo Inconsciente Colectivo en sí mismo, tampoco son temporales en su Fuente. Éstos se nos presentan de dos modos: como mitologemas (o ‘mithemas’), o bien como 'mathemas'. Esto se relaciona con la conocida dualidad 'mythos' y 'logos'
Retomando el tema de la Astrología y los mathemas, observamos que hasta ahora, la comprensión (no los cálculos) en Astrología se ha manejado -esencialmente- con 'mithemas'. La idea que les propongo, es poder ayudarse y valerse también de mathemas para entender mejor lo astrológico, y no sólo valerse de éstos para calcular, cosa que siempre se ha hecho. Es decir, no usar en la práctica de la Astrología sólo mitologemas, o sólo psicología –como está de moda- sino introducir también mathemas. Ayudando así al lenguaje, y dando nuevas “matrices de inteligibilidad” para concebir relaciones, otros modos de vinculación o religación, entre todos los elementos que conforman ‘el saber astrológico’. De paso, éste último ‘saber’ siempre va actualizándose (como debe ocurrir en toda ciencia que se precie), desde los brahmanes a los chinos, desde los sumerios y caldeos hasta los egipcios y griegos, y desde Ptolomeo hasta Dane Rudhyar…

Dane Rudhyar (1895-1985)
Mithemas, Mathemas , y prediccción o probabilidad
Una Astrología fatalista, se lleva muy bien con la Física Clásica vieja, porque ya con la Física Clásica actual, no va. Y esto es así desde que se sabe que existe el caos determinista, es decir, el mathema del caos determinista. Consideremos los fenómenos climáticos, por ejemplo. Hay ecuaciones que se pueden hacer para modelitos sencillos “de juguete” del clima, pero que se sabe que conducen al caos determinista. Es decir, son ecuaciones deterministas, pero que tienen un horizonte de predictibilidad (funciona muy limitadamente), y después ya la visión es totalmente inexacta. Por eso siempre escuchamos lo que va a pasar en relación al clima de acá a cuatro días. Después de eso... no dice nada más el pronóstico, porque ese es el ‘horizonte de predictibilidad’ que hay, y aún en éste, a veces se equivocan. No es porque sean malos meteorólogos, sino porque la matemática subyacente en la meteorología, obliga a eso.
No se puede predecir con certeza lo que va a hacer un electrón. Uno puede dar sólo probabilidades. ¡Imagínense con un ser humano! ‘Probabilidad 1 (uno)’ es “casi” certeza, ‘probabilidad 0 (cero)’ es “casi” certeza de que no va a ocurrir, o sea que en el fondo, las probabilidades son más abarcativas que “la certeza determinista”.

Aprovecho para contarles algo que postergué hasta hoy. El azar que aparece en la Física Cuántica, es un azar que depende del estado. Esto es muy importante, es un mathema. Esto tiene que ver un poco con el ejemplo del “timbero”. Si estás en perdedor, no es tu momento para ir a ningún “juego de azar”.
En las fórmulas de la mecánica cuántica, las propiedades de observar algo en una medición, dependen del estado, lo cual significa que “son dados cargados”. No sólo es que Dios juega a los dados (para decirlo ‘a lo Einstein’) sino que juega a los dados con dados cargados. ¿Qué carga al dado? El estado. Y en la analogía con lo  psicológico, el estado del 'sistema', se relaciona con 'nuestro estado anímico'. Por lo tanto, esto influirá, y mucho, por ejemplo, en la hermenéutica de los tránsitos astrológicos.

Astrología y Ciencia
Jung,  fue uno de los primeros que hizo experimentos científicos con la Astrología (con alrededor de cuatrocientas parejas, utilizando los aspectos que podrían llegar a unirlos; tomaba el Sol, la Luna, Marte, Venus y el Ascendente). Él terminó por dudar de los resultados porque temía que la introducción de la intencionalidad pudiera haber influenciado los resultados. Es decir, se daba cuenta, intuitivamente, que eso podía ocurrir.
Sin embargo, son muchos los que sostienen que la Astrología es una  “semi-ciencia”, o incluso una “pseudociencia”. En mi caso, si bien considero a la Astrología como ‘Ciencia’ en el sentido ‘antiguo y profundo’, tal vez no necesita o no le convenga aspirar a la validación del ‘método científico’ –por lo menos, en el sentido tan ‘cerrado’ y ‘duro’ que se le da actualmente-. No hay que caer en el grosero error, desgraciadamente tan frecuente hoy en día, de identificar a la ‘Ciencia’ (en el sentido moderno) con el ‘Cientificismo’. Es decir, la Ciencia llega a ‘confirmar’ (por ejemplo, experimentalmente) sus ‘teorías científicas’  vía un ‘método científico’ que tiene sus reglas. Y eso, si no prestamos atención al epistemólogo austríaco Paul Karl Feyerabend, quien escribió un famoso libro (“Against Method”), donde niega su existencia, y da notables ejemplos de descubrimientos ‘científicos’ que se hicieron porque, justamente, no se siguieron los protocolos de ese ‘supuesto método’. Él decía que “si bien el anarquismo había demostrado no ser bueno a nivel político, tal vez no era tan malo a nivel epistemológico. Tenemos que dejar competir a Charles Darwin, con el Génesis y el Poimandros del hermetismo egipcio. Que compitan sanamente, sin hacer trampas”.


Pero, aún si dejamos de lado esa posición tan extrema (del ‘anarquismo epistemológico’ de Feyerabend), ello no significa que ése sea el único método para acercarse a las ‘verdades’ (o ‘afirmaciones confiables’) de todos los tipos. Tal vez la antiquísima Astrología acceda a un tipo de conocimiento o de ‘Gnosis’, que  puede ser ‘verdadero’ (o, si lo prefieren, ‘inteligible’ y ‘confiable’), por otra vía, percatándose de ese ‘conocimiento’ de un modo diferente.
En todo caso, considero que hoy la Ciencia, tiene las herramientas necesarias como para presentarnos y ayudarnos a comprender la Astrología, como un saber de gran nivel, de una complejidad superior. ¿Entonces, puede la Astrología ser explicada desde la Física Cuántica? ¡No! Eso sería hacer un reduccionismo. Por eso, mi intención no es hacer un reduccionismo de la Astrología a la Física. Ahora está muy de moda hablar de las “Teorías de Todo” (TOE´s en inglés: “Theories of Everything”). Bueno, la Cuántica no es una teoría de todo. Hay muchísimas cosas que deja por fuera de su ámbito. 
Mi intención es la de promover un diálogo interdisciplinar para beneficio de todos. Además, sería como recuperar para la Astrología el lugar epistémico que tuvo desde un principio y que fue perdiendo con el paso del tiempo. A mi juicio, no puede acusársela de pseudociencia, porque de hecho lo que hoy es Ciencia, (Astronomía y Astrofísica) surgieron de lo que en un primer momento fue la Astrología y los datos astronómicos a ella asociados, junto con los cálculos matemáticos que requería. Entonces, más bien sería ‘volver a unir’ algo que se separó, por diversos avatares de la historia.
Sir Isaac Newton, considerado uno de los físicos más grande de todos los tiempos, también era astrólogo, alquimista y cabalista. Hoy se conocen todos los libros que tenía Newton sobre Alquimia, incluso se cree que se murió por probar mercurio y excesivas cantidades de productos químicos, en su práctica alquímica.
Como dijo el conocido economista del King College de Cambridge, John M. Keynes (1883-1946), que tuvo acceso a toda la Obra y correspondencia privada de Newton, él no fue el “primer científico positivista”, que nos tratan de hacer creer en la escuela, sino “el último de los magos” [los astrólogos caldeos].
De hecho, si la nueva Astrología (que no es la misma que la del “Tetrabiblos” de Ptolomeo, ni que la medieval, ni que la renacentista…) les aporta algún tipo útil de “conocimiento” o episteme, es porque ha crecido con muchos aportes provenientes de la Psicología, la Antropología, la Biología, etc. 
Uno puede y debe aprovechar lo que la Humanidad ha podido aprender en el campo de la Ciencia moderna, la nueva visión, los nuevos paradigmas, para ayudar, con los nuevos mathemas, a poder concebir lo astrológico de un modo nuevo o renovado. Y de alguna manera, la Ciencia genera nuevas perspectivas. Las teorías son visiones, son puntos de vista. Por eso nunca habrá una ‘Teoría de Todo’ (TOE), porque no se puede ver ‘todo’ a la vez: si vemos una naranja y sus gajos y semillas, no podemos, simultáneamente, ver sus átomos y los astros… A través de esas nuevas visiones (en plural), uno puede tener una re-visión y re-novación de lo astrológico que puede ayudar ¡Y mucho!
Por ejemplo, comprender esto que decíamos: “determinismo lineal o no lineal”. Uno puede entender mejor esta complejidad, aprendiendo acerca del “determinismo caótico” en los sistemas clásicos y del “determinismo cuántico”, a través de la incerteza, y la probabilidad, con las leyes acausales y todo lo que implica una ley acausal, la comprensión de la sincronicidad de Jung, etc.
Considero que ello podría hacer plausible la Astrología para una gran masa de intelectuales, que hoy en día se niega a lo astrológico por prejuicios ya “anacrónicos”. ¡Hemos de mantenernos “actualizados” hasta en nuestros prejuicios! Por lo demás, todo esto que digo está aún en un plano exploratorio. No hablo desde ninguna “certeza” delirante. Sencillamente, estamos tratando de comprender la Naturaleza, el mundo, la vida.

Necesidad de un diálogo entre la Ciencia, la Filosofía y la ‘Espiritualidad Transreligiosa’
Un poco se trata también de “enderezar la historia de la Ciencia” que se ha 'retorcido'. A mí me interesa -como científico- que la Ciencia no se aparte indebidamente, y por confusos motivos ideológicos, del sendero de la verdad histórica. Esta desviación tiene graves riesgos, y produce efectos de largo alcance en la sociedad, en la libertad. “La ciencia en una sociedad libre”, es otro de los libros de  Paul K. Feyerabend, el antes mencionado epistemólogo todavía más radicalizado que Thomas Kuhn. El comenta, justamente, todo lo ‘inquisitorial’ que se ha hecho con la Astrología -a pesar de que, posiblemente, a él no le interesaba particularmente-  
Hay ciertas cosas muy interesantes del Génesis, si lo vemos con ojos modernos, por ejemplo, desde la Teoría del Big Bang. Entre los griegos, por ejemplo Aristóteles, creía que el Universo era eterno y siempre igual, girando en torno de la Tierra y siempre movido gracias al ‘Motor Inmóvil’. Nunca había comenzado y nunca terminaría. Pero en el Génesis bíblico, el Universo surge de un “fiat lux” (“hágase la luz”), y la luz se hizo en el primer día. Ahora bien, el Sol y la Luna, las luminarias mayor y menor, son creadas recién en el cuarto día. Entonces uno se pregunta: ¿Cómo, si el Sol y por lo tanto también las estrellas, se formaron en el cuarto día, aparece la luz en el primero? Ahí hay como una contradicción. Uno dice “no hay que ser literal con las escrituras, ya que en ellas hay mucho que es mítico y simbólico”. Sin embargo, independientemente de los simbolismos ‘extra’ que pueda haber (y los hay), la moderna Cosmología nos dice que efectivamente, al principio hubo un caldo de materia y radiación a altas temperaturas, y a unos trescientos mil años del Big Bang (casi “simultáneamente” con el Big Bang, para lo que son los tiempos cosmológicos) la luz se separó de ese caldo y a partir de ahí vemos hoy en día, el Universo. Cuando miramos la noche vemos las estrellas y un fondo oscuro. Lo mismo le pasa al Hubble cuando mira, hay un fondo oscuro. Este fondo oscuro, hoy sabemos en Física, tiene que ver con esos trescientos mil años del Big Bang, donde no se emitía radiación. Por eso nosotros no lo podemos ver, ni lo puede ver un satélite tan poderoso como el Hubble.

El telescopio espacial Hubble (Puesto en funciones en 1990 y funcionará hasta el 2018)
Es sabido que la Teoría del Big Bang surgió de relacionar los agujeros negros con la cosmología. Pues bien, actualmente hay nuevas teorías sobre los agujeros negros, y por ende, también cosmológicas que afirman que, si bien el Universo es eterno, lo que vemos hoy es ‘el último de los infinitos Big Bangs’ que han ocurrido, los cuales no han tenido un comienzo ni tendrán un final.
Toda la Cosmología moderna, y la Ciencia necesitan un sentido. Yo creo que la Ciencia sola es el equivalente de un hombre que no sabe dónde está el Norte ni donde está el Sur. Vive en un punto pero está sin la brújula. El significado, el sentido, es lo que nos da “un Norte” en la vida. Eso hace que la Ciencia necesite de algo más. El científico se “autolimita” para poder hacer su Ciencia y tener sus corroboraciones experimentales. No se da cuenta de que, al hacerlo, también limita lo que puede llegar a conocer. Sin embargo, muchas veces extrapola incorrectamente, sacando conclusiones en campos que están fuera de aquél al cual él se auto-restringió. El problema no está en lo que se afirma, sino en lo que se niega. Este creo yo que es el gran problema que hay con la Ciencia y también con las religiones. Muchas veces el problema –por lo general- no está tanto en lo que dice de sí cada religión, sino en lo que niega de las otras.
Me parece que estamos en un momento en el que los bordes entre lo que es especulación científica y lo que es filosofía y lo que es espiritualidad, están muy borrados. Yo les diría incluso que ya han reventado, si tengo que ser sincero.
Eso de que “hasta acá es Ciencia, y desde acá es Filosofía”, debe ser revisado. Hay teorías científicas cosmológicas que cuentan con más datos experimentales sobre el cosmos, de los que se tienen sobre el átomo de hidrógeno, y que podemos explorar cómodamente en un laboratorio. Son tantos los datos que todavía no se han podido procesar. De acá a diez años vamos a poder saber.
En una Ciencia teórica y experimental, como es hoy la Cosmología, hay teorías sobre Universos paralelos que –posiblemente- nunca vamos a poder constatar. Eso está fuera de la constatación experimental ‘efectivamente posible’. Alguien de principios de siglo XX hubiera afirmado que eso –por definición- es Metafísica. Se enseña lo que pasa dentro del horizonte de eventos de un agujero negro, en un curso de Relatividad General. Ahora yo me pregunto: ¿Quién podría salir de dicho horizonte de un agujero negro para poder confirmárnoslo? La misma teoría nos da la respuesta: ¡Nadie!
Hay también muchos casos registrados de gente que estuvo con electroencefalogramas chatos, que pareciera que “vuelven de la muerte” y empiezan a contar sobre la experiencia en el túnel, de una luz que ven, pero muchos científicos no quieren considerarlos seriamente. Se niega porque se prefieren otras explicaciones menos audaces, como que son acciones del cerebro (…) se reducen a lo viejo, a lo que ya conocemos. Pero en el fondo -dice el común de la gente- nadie volvió de la muerte como para poder hablar y decirnos algo sobre ella. Yo les aconsejo que se informen de los casos que volvieron de un prolongado coma profundo. Aceptamos que no sabemos qué ocurre después de la muerte, porque nadie vive para contarlo. Ese tema pertenece al ámbito de ‘la Fe’, o de la especulación metafísica. ¿Ahora bien, qué pasa dentro de un agujero negro? Eso sí puede “contarlo” la ecuación relativista de Einstein, y eso –supuestamente- es Ciencia. Uno está haciendo “Ciencia Fáctica” con cosas que no pueden ser contrastables experimentalmente y sobrevivir para comunicarlas. ¿Dónde termina la Ciencia y comienza la Metafísica?



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